Rivas, director del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (SAIME), puntualizó que se elaborarán con apoyo de varios países que han desarrollador determinadas fortalezas. “Para el documento de identidad se incorporará tecnología de Francia (el sistema AFIS); de Alemania (sistema de impresión); de Estados Unidos, el Oracle, que garantiza que la base de datos no se “cuelgue”.
El apoyo de Cuba, aclara el funcionario, es para la integración de estas tecnologías, en el contexto del convenio de cooperación que hermana a Venezuela con la nación antillana.
“La satanización contra Cuba es un tema político, que no reconoce los avances del pueblo cubano”, insistió.
Los aportes de otras naciones para la identificación en Venezuela no son nuevos. En los pasaportes se conjugan el sistema francés AFIS y la lámina de policarbonato de Alemania, elementos que lo convierten en uno de los documentos más seguros del mundo, indica Rivas.
“Nosotros nos vamos a encargar de la cedulación en nuestras oficinas, con nuestro talento humano, y eso lo hace más económico”, recalcó. “Inclusive, si nosotros comparamos las ofertas que se hicieron en gobiernos anteriores, sigue siendo más económica, a estas alturas, la propuesta que nosotros manejamos”.
En cuanto al equipamiento tecnológico, la nueva cédula implica la adquisición de computadoras, impresoras especializadas, escáneres de huellas, construcción y adecuación de sedes.
Base Soberana
Dante Rivas negó, por otra parte, que la base de datos del Saime sea manejada por cubanas o cubanos. “La oposición nos acusa de que somos apátridas, de que estamos dando acceso a nuestra base de datos, y eso es falso”, enfatizó. “En el manejo de nuestra tecnología nosotros somos totalmente independientes y soberanos”.
Reiteró que muy poca gente tiene acceso a la base de datos. En la llamada “torre técnica del Saime”, donde se encuentran los servidores, sólo entra el personal autorizado, “y los controles de acceso a esa área” son muy estrictos. En esa base hay, aproximadamente, 25 millones de datos relacionados con cédulas, y 5 millones de datos asociados con pasaportes. “Permanentemente hacemos auditorías”, aseguró. Ese chequeo permite detectar cualquier hecho irregular.
Durante la Cuarta República (1958-1998) el sistema era vulnerable, sentencia Rivas. Se emitía un papel, que ni siquiera era papel moneda, que solamente tenía una firma y un sello de un funcionario. “Era papel fotográfico, falsificable totalmente”, refirió.
“En el último piso de la sede de Plaza Miranda estaba el centro de impresión de cédulas”, en el cual “sacaban cédulas a granel”. El sistema era inseguro. “Con eso, ellos ganaban elecciones. Tomaban cédulas de personas fallecidas y de quienes históricamente no votaban, y la colocaban en manos de otras personas”.
Sistema Blindado
"Tenemos el sisteam AFIS, de verificación automática de huellas, que permite cotejar las huellas que se están colocando en ese momento en la oficina con las que están almacenadas en el sistema. Al comparar las huellas y coincidir, el sistema automáticamente ordena la impresión de la cédula. Si no coinciden, el sistema indica que hay un problema: que las huellas no fueron bien tomadas, que se está en presencia de un falsificador o de una persona que quiere tener la identidad de otra persona”, afirmó Rivas.
En el pasado “las huellas de la persona estaban en un papel”, y el chequeo era manual. “Dependíamos de un funcionario honesto”, y por eso se elaboraban cédulas sin control, acusó. Ahora, las huellas están digitalizadas: hay 22 millones almacenadas.
La Nueva Cédula
La cédula electrónica conserva los datos de la actual, tales como el nombre, el estado civil, el número de cédula, la fecha de nacimiento, si la ciudadana o ciudadano es venezolano o extranjero, la fotografía. Pero incorporará algunas novedades con respecto al vigente, detalla Rivas.
En primer lugar, es un documento infalsificable, hecho con una lámina de policarbonato que tiene varias capas; el sistema de impresión atraviesa las capas, graba los datos y hace en la lámina el equivalente a lo que haría un artesano con un cincel: “tallar” la información. Posee, además, un chip en el cual sólo el Saime puede incorporar información.
La nueva cédula tendrá un certificado electrónico para que usuarias y usuarios puedan hacer transacciones vía web de forma segura. También se podrían incorporar datos como historias médicas, registro del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, licencia de conducir, tipo de sangre (si se conoce a ciencia cierta) y si la persona es o no es donante voluntaria de órganos y tejidos. Todo dependerá de los convenios que se suscriban con las diversas instituciones, precisó Rivas.
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